En in2action muy frecuentemente nos preguntamos por qué y para qué hacemos el trabajo que hacemos… Te preguntaste alguna vez ¿qué hace a un buen Fundraiser? En esta nota te contamos la charla “secreta” entre Lazaro Maisler y Norma Galafassi ¡Bueno no tan secreta!
Norma G.: Desde que descubrí esta profesión entendí que no se puede ser un buen fundraiser sin ponerle el alma. El fundraising tiene que ver con conectar primero y fundamentalmente con la causa para la que uno trabaja. Eso es el motor que te permite ingresar a un planeta increíble, lleno de personas que en muchísimas organizaciones trabajan por un ideal de un mundo mejor.
Lazaro M.: Para mi, lo que hace a un buen fundraiser, el objetivo último de esta profesión es, conseguir el dinero necesario para que las organizaciones para las que trabajamos puedan cumplir con su misión…Te digo más, tuve la suerte de trabajar o apoyar con lo que sé a instituciones que llevan adelante diversas causas que van desde resolver problemas de salud o acompañar a las personas que los padecen, trabajar para que los niños puedan tener infancia digna, lograr que como sociedad tomemos conciencia sobre la emergencia climática, organizaciones que se encargan del rescatismo de mascotas, otras que luchan contra la pobreza, la violencia de género o la desigualdad y un denominador común que encontré en estas organizaciones son las personas maravillosas que las integran, las impulsan y llevan adelante.
Norma G.: A mi me ocurre lo mismo. Creo que el fundraising es un puente para unir todas esas causas y personas increíbles con muchísimas otras personas, muchas veces anónimas, que quieren participar y colaborar y no saben cómo.Y ahí, nuestro trabajo de inspirar, motivar y acompañar para que se sumen.
¿Siempre te imaginaste ser fundraiser?
Lazaro M.: Empecé a trabajar en el sector social sin querer. Recuerdo que trabajaba vendiendo teléfonos móviles ,allá por principios de los 2000, cuando una amiga me dijo que en una institución cercana a mi casa de ese entonces buscaban a personas que supieran “algo de informática”. Yo siempre fuí el teki de mi grupo de amigos (y además conocía a la institución desde hacía muchos años) entonces me propuso presentarme a ocupar el puesto que consistía en “alguien” que realizaría tareas administrativas, y ordenaría cierta información que se encontraba desordenada, puedo ampliar: eran cupones de donación, la base estaba desordenada, los procesos de presentaciones de las donaciones eran desprolijos, no se analizaban las campañas, ni los retornos de inversión, ni los rechazos, si se hacía nada para recuperar a las personas dadas de bajas, etc. Con el tiempo fuí descubriendo que había otras organizaciones que hacían lo mismo, en Argentina, colegas que se reunían y dar formaciones más específicas que mostraban lo que se hacían en otras partes del mundo y cuando me de cuenta estaba haciendo fundraising sin saber que se llamaba de esa forma.
Norma G.: Yo también empecé por casualidad… Había hecho ya tres años de carrera en Marketing de una empresa multinacional y quería un cambio a otra área de Marketing en productos masivos. Tenía 26 años y siempre me había dado ganas de ayudar a otras personas de alguna manera, pero no me sentía cómoda con las ayudas tradicionales de esas épocas (ayudas en hospitales, en una entidad religiosa, etc). En mi búsqueda laboral aparece un amigo que me dice que estaban buscando a alguien, para liderar un proyecto de cero en una organización internacional. Se trataba de UNICEF y de la creación del área de Fundraising con su estrategia asociada. No tenía idea qué significaba el “fundraising”. Y le dije a mi amigo que seguro no tenía nada que ver con lo que yo buscaba. Fui a la entrevista sin mucha expectativa y ahí, algo me pasó. Descubrí que tal vez podía ayudar a otros haciendo lo que a mí me gustaba. Usar muchas de las herramientas de marketing y de comunicación al servicio de una organización que trabajaba para una de las causas que más me conmovía: los chicos. Y ahí, empezó un camino de “ida”. Porque los fundraisers somos quienes ayudamos a que otros puedan colaborar para las causas que ellos tal vez conocen pero aún no se acercaron. Y ya, cuando recorrí un tiempo en UNICEF me comencé a interesar por que lo que hacían otros colegas en otras ONG y nos comenzamos a reunir, y en un clima de mucha camaradería terminamos creando AEDROS, lo que hoy es la Asociación de Fundraisers de Argentina. Y desde esas épocas colaboro con capacitaciones e intercambios de experiencias que nos hacen crecer mucho más aún.
Pero muchas veces a los fundraisers les dicen que no… ¿No se cansan de ser “fundraisers”?
Norma G.: Estoy de acuerdo. Es que en las ONG hay personas que conocen el problema y saben ser parte de la solución. Personas que en muchos casos atravesaron situaciones de vida tremendas, vivieron en carne propia y de primera mano los dolores de nuestra sociedad y supieron canalizarlos, ser resilientes, transformarse en luz, en música, y se pusieron a trabajar para que otras personas que pasan por las mismas situaciones sepan no están solas y que estas dificultades se pueden atravesar y salir adelante. Muchas veces estas personas, son líderes sociales que impulsan causas, pero atraviesan un problema común: llevar adelante sus proyectos y en ese camino suelen estar muy solos y necesitan del apoyo de sus personas cercanas, de sus comunidades y de la sociedad toda porque por lo general son tareas pesadas y de solución a largo plazo. Así que conociéndolas, me motiva acompañarlos y apoyarlos para que logren sus objetivos y puedan cumplir la misión de sus ONG.
¿Bueno, entonces en conclusión que nos falta por decir?
Lazaro M.: Básicamente como fundraiser me dedico a buscar los fondos necesarios y los medios para que organizaciones sean sustentables y perduren el tiempo suficiente para que su tarea pueda ser cumplida. Porque si bien somos una sociedad solidaria, todavía tenemos mucho por aprender y podemos apoyarlos e involucrarnos en sus causas. Todos tenemos una causa que nos moviliza y sino, debemos buscarla. Y sumarnos pero con compromiso sostenido, de una manera en la que nuestro aporte sea significativo y no por el tamaño, sino porque sabemos que eso que estamos aportando no nos lleva a sacarnos el problema de encima para que otros lo lleven adelante. Debemos apoyar a las causas sociales y sus impulsores no para alimentar nuestros egos y no de una manera que estorbe sino de la manera en la que estas personas lo necesiten. Tenemos que lograr ser parte de la solución porque estas personas hacen de nuestra sociedad un lugar mejor, un lugar más inclusivo, un lugar en donde todos seamos tenidos en cuenta y no quedemos afuera.
Norma G.: Si, totalmente de acuerdo Lazaro. Y en el caso que no se trate de una causa social, y el fundraising sea para un proyecto de vuelo artístico o de investigación es la misma sensación. Esos sueños no son posibles con el empuje de una sola persona. Y sobre todo, para que perduren en el tiempo, hace falta que la base de apoyo financiero sea diversa y sostenida … ¡Yo diría que tenemos el mejor trabajo del mundo y lo recomendamos a todos! Tiene que ver con psicología, finanzas, creatividad, comunicación y sobre todo con la emoción y lo humano Es el alma de fundraisers.
Yeah!
Algunos de los temas que trabajaremos:
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¿Qué es storytelling y cómo lo usan las marcas hoy?
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Los elementos claves de tu historia y de un buen caso de recaudación.
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Emociones y cómo activarlas con storytelling.
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Lo que debe tener una historia para que sea “pegajosa” y cómo lograr el call to action.
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Cómo contar el caso más dificil.